“Los niveles de reserva son bajos”, admitió Friedrich, señalando que esta tendencia se viene observando desde hace tiempo y ahora se está confirmando. “Ni siquiera podemos pensar todavía en febrero; estamos enfocados en qué pasará en enero, que aún no está resuelto. Hoy en día encontramos muchos complejos que apenas alcanzan entre un 40% y un 50% de ocupación, y que dependen de lo que suceda cada fin de semana”, explicó.
Algunos establecimientos que lograron ajustar sus tarifas por debajo de la inflación, agregó, han conseguido un leve repunte en sus reservas, destacándose como opciones más atractivas en términos de precio. Sin embargo, Friedrich anticipó que esta será una temporada “reactiva, que irá definiéndose fin de semana a fin de semana”, con días complicados entre semana y un mayor movimiento viernes y sábados gracias al Carnaval, que sigue siendo el principal motor turístico de la ciudad.
Gualeguaychú, destino de “escapadas cortas”
Ante este escenario, Friedrich aseguró que Gualeguaychú se posicionará este verano como un destino ideal para “escapadas de fin de semana”, un tipo de turismo que depende del clima, la proximidad y la disponibilidad de alojamiento. “A diferencia de temporadas anteriores, cuando debías reservar con hasta 15 días de anticipación, ahora los turistas pueden decidir venir a último momento porque saben que encontrarán hospedaje disponible”, explicó.
El dirigente también destacó las fortalezas de Gualeguaychú en este contexto: su cercanía con los principales centros urbanos y su amplia oferta turística, con opciones para diferentes presupuestos. Además del atractivo del Carnaval, Friedrich subrayó que la flexibilidad que ofrece la ciudad en cuanto a reservas podría jugar a favor para captar a quienes buscan una escapada rápida y accesible.
Mientras tanto, el sector turístico permanece expectante, con la esperanza de que los fines de semana y las celebraciones carnavalescas logren dinamizar una temporada que comienza con incertidumbre.
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