La suba en el precio de la carne está teniendo un impacto significativo en la inflación del mes de marzo, según las primeras estimaciones de consultoras privadas. Este aumento estaría colocando un piso del 2% al Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el mes en curso.
El incremento en los precios de la carne ha sido constante en las últimas semanas y ha sido uno de los principales impulsores de la inflación en el rubro de alimentos. De acuerdo con reportes de consultoras especializadas, la carne ha experimentado un aumento promedio del 5,3% en las últimas cuatro semanas, lo que representa la mitad del aumento total de precios en alimentos.
Además de la carne, otros productos como lácteos, bebidas y panificados también han contribuido al aumento de los precios. Según el informe de la consultora LCG, los lácteos y bebidas aportaron un punto porcentual adicional al índice de precios.
En cuanto al mes de febrero, se espera que el índice de precios proyecte un aumento similar o superior al 2,2% registrado en enero. Distintas consultoras han cerrado sus estimaciones mensuales, proyectando incrementos que van desde el 2,3% hasta el 2,7% en el índice general, con un enfoque particular en el impacto de los alimentos en la inflación.
Es importante destacar que otros factores, como los aumentos en tarifas de transporte en algunas jurisdicciones, también influirán en el IPC del mes de marzo. Estos ajustes, sumados a la escalada de precios en alimentos, plantean un escenario desafiante para el control de la inflación en el país.
En resumen, la suba en el precio de la carne se encuentra teniendo un efecto significativo en la inflación del mes de marzo, y se espera que continúe impactando en los índices de precios en las próximas semanas. La evolución de estos precios será crucial para monitorear la estabilidad económica y el poder adquisitivo de los ciudadanos.
