La historia del SOS: el código que unificó la señal de emergencia a nivel mundial

En El Mundo
diciembre 14, 2025
El SOS nació para eliminar la confusión entre señales de auxilio y se convirtió en la llamada de socorro más reconocida internacionalmente, estableciendo un idioma común para pedir ayuda en situacione

Cuando un barco se encuentra en peligro o un avión pierde contacto, tres letras atraviesan el pánico y las fronteras: SOS. Aunque para muchos este mensaje está rodeado de misterios y leyendas, su origen es mucho más simple y práctico de lo que se suele creer. Precisamente esa simplicidad fue la clave para que el mundo entero adoptara la misma forma de solicitar auxilio.

A principios del siglo XX, la navegación marítima creció notablemente gracias a la radiotelegrafía, pero cada país utilizaba señales diferentes para pedir ayuda, lo que complicaba la coordinación y ponía en riesgo vidas. Según National Geographic, la señal “CQD”, introducida en 1904 por la compañía Marconi, era la más utilizada en el Atlántico Norte, aunque coexistía con otras variantes nacionales y comerciales que aumentaban la confusión en accidentes internacionales.

Esta fragmentación dificultaba que los operadores de diferentes banderas comprendieran la gravedad de un llamado de auxilio si se usaba un código desconocido. Por eso, las potencias navales y la comunidad internacional buscaron una solución que permitiera interpretar de forma inmediata y sin ambigüedades cualquier señal de peligro en alta mar.

La respuesta llegó en 1906 durante la Conferencia Radiotelegráfica Internacional en Berlín. Según Britannica, representantes de 29 países debatieron la creación de una señal universal que pudiera destacarse entre interferencias y ser fácilmente reconocible por cualquier operador, incluso bajo estrés. La elección fue SOS, no por su significado en palabras, sino por su secuencia clara en código Morse: tres puntos, tres rayas, tres puntos (··· — ···).

La decisión fue técnica y pragmática: ninguna otra combinación era tan sencilla de transmitir, identificar y repetir en condiciones adversas. El 1 de julio de 1908, SOS se estableció oficialmente como la señal internacional de socorro, reemplazando progresivamente a las usadas hasta entonces y fijando un estándar para las comunicaciones marítimas en situaciones extremas.

La adopción de SOS fue rápida, aunque la transición no fue inmediata. Britannica documenta que el primer uso registrado de SOS ocurrió el 10 de junio de 1909, cuando el RMS Slavonia, de la Cunard Line, transmitió la señal antes de naufragar cerca de las islas Azores. Luego, otras embarcaciones como el SS Arapahoe y el SS Kentucky también usaron la nueva señal en emergencias.

El caso más emblemático que consolidó el uso de SOS fue el hundimiento del Titanic en 1912. Durante la tragedia, los operadores alternaron entre la antigua llamada “CQD” y la nueva señal SOS, ya que muchos radiotelegrafistas aún estaban habituados al sistema previo. Sin embargo, la difusión global del desastre y la documentación de las transmisiones otorgaron a SOS una visibilidad definitiva, estableciéndola como el mensaje universal de socorro.

Con el avance tecnológico, fue necesario crear señales claras para las comunicaciones por voz, lo que llevó en 1923 a la creación de “Mayday”, derivado del francés “m’aider”, y adoptado oficialmente en 1927 para emergencias radiotelefónicas. No obstante, SOS continuó siendo fundamental en transmisiones telegráficas y hoy se utiliza en plataformas digitales y sistemas de emergencia modernos.

Con el tiempo surgieron interpretaciones populares que atribuían a las letras SOS frases como “Save Our Ship” o “Save Our Souls”, pero National Geographic aclara que estas explicaciones aparecieron posteriormente y que SOS nunca fue un acrónimo, sino una secuencia elegida exclusivamente por su simplicidad y eficacia en código Morse.

Actualmente, la presencia de SOS va más allá del ámbito marítimo y aeronáutico. Muchos teléfonos móviles muestran esta sigla cuando solo permiten realizar llamadas de emergencia, y diversas aplicaciones o dispositivos electrónicos modernos permiten emitir alertas con este mensaje.

En definitiva, SOS representa un acuerdo internacional que superó la confusión previa y estableció un lenguaje común para emergencias. Su simplicidad en código Morse, la ausencia de ambigüedad y la rapidez en la transmisión la convirtieron en una herramienta esencial para gestionar incidentes críticos.

La historia del SOS demuestra cómo la cooperación y el entendimiento global pueden salvar vidas, asegurando que un pedido de auxilio sea comprendido sin importar el idioma, el país o la circunstancia.

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