La posible alianza entre Donald Trump y Javier Milei podría abrir la puerta a un acuerdo de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos. El presidente mencionó esta posibilidad en una entrevista con Radio Rivadavia, y tanto él como el canciller Gerardo Werthein han encomendado al nuevo embajador en Washington, Alejandro Oxenfrod, que inicie los preparativos para avanzar en esta dirección.
Sin embargo, existen obstáculos que podrían retrasar los planes del gobierno argentino de firmar un Tratado de Libre Comercio, como las restricciones impuestas por el Mercosur y su normativa que prohíbe acuerdos de este tipo fuera del bloque.
La incógnita radica en cómo el gobierno manejará la situación con el Mercosur, si esto implicará riesgos para otros acuerdos, como el de la Unión Europea, y si Milei estaría dispuesto a abandonar el bloque para seguir una política de acuerdos unilaterales.
Emanuel Porcelli, profesor de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, explica que existen tres aspectos a considerar: político, normativo y económico productivo. En el plano político, destaca que cualquier avance en un TLC con Estados Unidos afectaría las negociaciones con el Mercosur y la Unión Europea, siguiendo el principio de "trato a la nación menos favorecida".
Por otro lado, Porcelli señala que la ratificación de cualquier acuerdo negociado requeriría la aprobación de ambos congresos, lo que podría verse afectado por la situación legislativa de Milei. En cuanto a lo normativo, destaca que no hay antecedentes de acuerdos unilaterales firmados por miembros del Mercosur, lo que podría generar conflictos internos en el bloque.
Además, Porcelli advierte sobre la falta de coordinación con Brasil y los posibles perjuicios para sectores clave como Techint o las automotrices si Argentina decide salir del Mercosur. Desde el punto de vista legal, no existen sanciones establecidas en las normas del Mercosur, pero la resolución 32/2000 establece restricciones que hasta ahora todos han respetado.
Finalmente, Porcelli destaca la importancia de equilibrar la complementación con China, ya que las economías de Argentina y Estados Unidos son competitivas y podría resultar difícil encontrar un balance en un posible acuerdo de libre comercio. En este sentido, subraya que el aspecto simbólico también juega un papel importante en las negociaciones internacionales.