Una de las frases emblemáticas de la Madre Teresa de Calcuta es: "Lo que hacemos es solo una gota en el océano, pero el océano sería menos sin esa gota". Esta cita refleja su filosofía de vida sobre la importancia de las acciones individuales en busca del bien común y colectivo, convirtiéndola en un referente de solidaridad.
Para promover y fortalecer la solidaridad como valor fundamental en las relaciones internacionales entre personas, países y comunidades, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2005 el Día Internacional de la Solidaridad Humana para que cada 20 de diciembre se celebre y se destaque su importancia en el siglo XXI.
Esta fecha, seleccionada en el contexto de las resoluciones sobre desarrollo sostenible y cooperación internacional, tiene como propósito subrayar la relevancia de la solidaridad como herramienta clave para abordar problemas globales como la pobreza, la desigualdad y las crisis humanitarias.
En concordancia con esto, la Asamblea General de la ONU estableció el Fondo Mundial de Solidaridad dos años antes, en 2003, para combatir la pobreza y promover el desarrollo humano y social en los países en vías de desarrollo, especialmente en los segmentos más desfavorecidos.
La solidaridad, como valor esencial para promover la justicia social y el bienestar de los pueblos, continúa siendo clave en los desafíos actuales como el cambio climático, la reducción de desigualdades y la cooperación internacional, según los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados en 2015 por la ONU.
Para la ONU, la solidaridad es fundamental en la cooperación internacional para resolver problemas económicos, sociales, culturales y humanitarios a nivel global. Celebrar la unidad en la diversidad es uno de los objetivos importantes de esta conmemoración, destacando la importancia de trabajar juntos para superar los desafíos mundiales.
La Resolución 55/2 de septiembre de 2000 de la Asamblea General resalta que los problemas mundiales deben abordarse con justicia y equidad para ayudar a los más necesitados. Esta premisa fundamental enfatiza la necesidad de eliminar la pobreza extrema y el hambre, garantizar la educación universal, reducir la mortalidad infantil y materna, entre otros objetivos.
Personalidades como la Madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Malala Yousafzai, el Papa Francisco y Greta Thunberg han destacado por su solidaridad, servicio social y defensa de los derechos, convirtiéndose en ejemplos de acciones en favor de la justicia, la igualdad y la paz.