Las concesionarias de autos comenzaron a recibir las listas de precios de diciembre con aumentos que rondan el 4%, pero el dato importantes es que, con este nuevo ajuste, se cierra un año que se recordará por el "aumentazo" de los 0 km. En todo 2018, algunas marcas subieron los valores de sus modelos hasta 110%, un récord del que se tienen pocos registros como en la salida de la convertibilidad o, más atrás, en la hiperinflación del Gobierno de Raúl Alfonsín.
Si bien no todas las marcas ajustaron sus listas en el mismo nivel -algunas lo hicieron en alrededor del 60%-, los incrementos superaron en todos los casos la inflación estimada para el año, que se ubica en aproximadamente 47,5%. También se ubicaron por encima de los aumentos salariales otorgados en paritarias que, para algunos sectores, tuvieron un promedio de 25%, mientras que los gremios que lograron reabrir las negociaciones, obtuvieron mejoras de más del 40%.
Según el informe del diario Ámbito Financiero, el fuerte salto de los precios se produjo como consecuencia de la suba del tipo de cambio, que se duplicó entre el último día de diciembre del año pasado y la cotización de ayer. En un mercado en el que el 70% de los 0 km que se venden son importados y los que se producen en el país tienen una alto contenido de insumos que llegan del exterior, la suba del dólar tienen un impacto directo. Por ese motivo, en el sector se buscó recuperar los valores por efecto de la devaluación. De todas maneras, algunas marcas ajustaron sus precios más que la suba del dólar. Esto tiene un efecto en los planes de ahorro que definen sus cuotas sobre la base del precio de lista. Es por eso que las suscripciones a este sistema se derrumbaron ante el fuerte aumento de esas cuotas. En cambio, para las compras en efectivo, los precios son distintos ya que las automotrices aplican importantes bonificaciones para atraer clientes. Por ejemplo, el Chevrolet Onix cuesta $605.900 de precios de lista pero, con la bonificación que se otorga en diciembre, se consigue por $549.900.
De esta manera, las empresas buscan reducir el elevado stock de unidades que se produjo por la caída abrupta del mercado a partir de la devaluación. La expectativa para 2018 era llegar al millón de unidades, pero cerrará en 800.000 mientras que para 2019 se esperan 650.000 vehículos. Este festival de bonificaciones hizo que en el año, la mayoría de las terminales perdieran plata en el mercado interno. Las que tienen mayor participación en las exportaciones compensaron los números rojos internos con las ventas al exterior, por la mejora de Brasil. La preocupación es, ahora, cómo se comportará el año próximo en cuanto a demanda y precios.
En el sector ya dan por descartado que el primer semestre de 2019 será malo, aunque esperan una recuperación en la segunda parte del año. De todas maneras, la situación es crítica en muchas concesionarias ya que tenían una estructura montada para un mercado de casi el doble del que será la realidad del año que viene. Un dato clave será lo que pase con el costo financiero que hoy hizo que desapareciera el crédito.
ÁmbitoFinanciero