**Cambios en los convenios colectivos: los puntos conflictivos en Aerolíneas Argentinas**
La negociación de Aerolíneas Argentinas con tres de los gremios aeronáuticos llegó a un acuerdo en el marco de las paritarias en la madrugada de ayer, buscando garantizar una temporada de verano sin conflictos. Tras una larga jornada que se prolongó durante el martes y gran parte de la madrugada siguiente, los detalles del acuerdo fueron finalmente dados a conocer hoy, luego de que los sindicatos los aprobaran en asamblea.
Tanto el Gobierno como los trabajadores coincidieron en describir la negociación como intensa y signada por la incertidumbre hasta el último momento. La empresa informó en un comunicado que se logró cerrar el conflicto con los gremios, alcanzando avances significativos que mejorarán la productividad de la compañía y ajustarán beneficios que estaban por encima de los estándares de la industria.
El aumento salarial pactado con Aerolíneas Argentinas fue aprobado por unanimidad por el gremio de los Aeronavegantes y luego ratificado por APLA y APA en sus respectivas asambleas. Se acordó un incremento del 16% que, sumado a incentivos orientados a aumentar las horas de vuelo de pilotos y tripulantes, se traducirá en mejores salarios en función de su mayor tiempo de operación.
El acuerdo contempla una serie de cambios para promover el aumento de las horas de vuelo, con el objetivo de incrementar la productividad. Los pilotos levantaron restricciones que afectaban la planificación de vuelos, lo que podría resultar en un crecimiento del 3 al 5% en las horas mensuales voladas por compañía.
Estas medidas refuerzan el compromiso de Aerolíneas Argentinas de avanzar hacia esquemas productivos acordes a la industria aérea. Gracias a estas acciones y a la reducción de costos implementada, la compañía ha logrado reducir su déficit en más del 75% con respecto al año anterior.
En medio de este panorama, el presidente Javier Milei expresó su postura sobre Aerolíneas en una entrevista radial, planteando la necesidad de tomar decisiones contundentes, como el cierre o la privatización de la empresa, para acabar con el déficit y los privilegios laborales.
En definitiva, el acuerdo alcanzado trae una cierta calma económica, aunque no resuelve todos los aspectos planteados por los gremios. El horizonte sigue siendo incierto debido a la falta de un camino claro por parte del Gobierno en lo que respecta al futuro de la empresa, lo que podría generar nuevas tensiones en el futuro.