La candidata presidencial del correísmo, Luisa González, desató polémica al afirmar durante el debate electoral con el presidente Daniel Noboa, que reconocería a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela en caso de ganar las elecciones del 13 de abril. La respuesta de González se produjo luego de que Noboa le cuestionara directamente sobre su postura respecto a Maduro, a lo que ella no contestó de forma directa.
En un momento del debate, González argumentó la necesidad de restablecer relaciones diplomáticas con Venezuela para facilitar la deportación de migrantes venezolanos que ingresaron de forma irregular con el plan de regularización impulsado por el actual Gobierno ecuatoriano. Propuso aplicar una política similar a la de Estados Unidos para deportar a venezolanos sin estatus legal, argumentando que algunos "quitan empleos y siembran violencia en el país".
Por su parte, el presidente Noboa reiteró su negativa a establecer vínculos con el régimen de Maduro, enfatizando su postura contra los regímenes totalitarios. La confrontación entre ambos candidatos refleja no solo discrepancias ideológicas, sino la polarización política que se vive en Ecuador en la antesala de la segunda vuelta electoral.
El resultado de las elecciones del 13 de abril será crucial para definir el rumbo político del país, donde más de 13,7 millones de ecuatorianos deberán elegir entre la continuidad del gobierno actual de Noboa o el retorno del correísmo de la mano de González, quien de resultar electa, sería la primera mujer en ocupar la presidencia de Ecuador.