lunes, enero 20, 2025
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    Mateo Marquina Río, el ingeniero argentino que aspira a unirse a la Fórmula 1.

    Durante una entrevista con Ticmas, un prometedor ingeniero industrial narra su trayectoria desde La Pampa hasta Oxford, donde se encuentra cursando un máster en Motorsport. Con una gran pasión por la Fórmula 1, anhela formar parte de un equipo de competición y colaborar codo a codo con Franco Colapinto.

    Hablar de la trayectoria profesional adquiere especial relevancia al mencionar a un ingeniero industrial que aspira a trabajar en la Fórmula 1. En este caso, no se trata de pilotar un auto, sino de participar en el desarrollo tecnológico de los mismos.

    Ticmas conversó con Mateo Marquina Río, quien actualmente reside en Oxford, Inglaterra, donde se encuentra especializándose en Ingeniería de motores deportivos y adentrándose en el mundo de las escuderías. Este momento coincide con el entusiasmo por la incursión de Franco Colapinto en la máxima categoría del automovilismo internacional.

    “Desde pequeño siempre fui muy curioso. Nací en Santa Rosa, La Pampa, pero debido al trabajo de mis padres nos mudamos a Jujuy, donde completé mis estudios primarios y secundarios. Siempre me interesaron los números, la gestión y las operaciones. Por eso, orienté mi educación secundaria hacia la economía y administración de organizaciones”, relata Mateo al repasar su trayectoria educativa.

    Además, destaca: “Desde temprana edad me fascinaron los autos, las carreras y la velocidad. Recuerdo levantarme los domingos con mi padre para ver las competencias. En ese entonces, no era un apasionado de la mecánica, pero sí del diseño y la aerodinámica de los autos. No obstante, siempre prevaleció mi interés por la gestión y los procesos. Por ello, decidí trasladarme a Córdoba para estudiar Ingeniería Industrial, con la certeza de que en algún momento me especializaría en el ámbito del automovilismo, ya fuera en diseño aerodinámico u operaciones”.

    Al reflexionar sobre el significado de estudiar ingeniería industrial, el joven pampeano expone: “Es una carrera singular, con diversas oportunidades laborales en diferentes campos, desde despachos jurídicos hasta fábricas o equipos de competición. Lo que más me atrajo fue su versatilidad y adaptabilidad, cualidades esenciales en un mundo en constante cambio y con entornos dinámicos. Sin embargo, opté por ir más allá y hacer realidad mi sueño de cursar la maestría en Ingeniería de Motorsport”.

    “El proceso de admisión en la Universidad de Oxford Brookes fue bastante extenso, llevándome aproximadamente dos años”, aclara Mateo. Asimismo, destaca: “Inicié los primeros contactos en 2022, experimentando un intento fallido ese mismo año y otro en 2023. A principios de 2024 volví a presentar mi candidatura y, finalmente, en marzo recibí la confirmación de aceptación por parte de la universidad. Fue uno de los días más felices de mi vida. Tuve que preparar y aprobar un examen de inglés con una calificación específica, obtener cartas de recomendación de mi universidad, redactar una carta de motivación explicando mi interés en estudiar allí, presentar mi promedio académico, entre otros requisitos. Me preparé durante meses, hasta que en septiembre me trasladé a Oxford, lo que representó un cambio significativo, al vivir en otro país y adaptarme a otro idioma”.

    “Esta especialización en Ingeniería de Motorsport se ofrece en diversas universidades de distintos países, pero según mis investigaciones, Oxford Brookes era una de las mejores opciones”, destaca Mateo, argumentando: “Por ejemplo, de los 10 equipos de la Fórmula 1, 8 se ubican en un radio de no más de 40 km alrededor de Oxford, lo que establece una conexión estrecha entre las escuderías y la universidad. Esto nos brinda la oportunidad de interactuar con ingenieros y profesionales que trabajan o trabajaron en las mejores escuderías, incluso exalumnos que ahora forman parte de la Fórmula 1. La maestría tiene una duración de un año e incluye seis materias y una tesis”.

    Entre las asignaturas destacadas se encuentran Aerodinámica, Dinámica, Business y Simulación de tiempo por vuelta. “Esta especialización prepara al estudiante para desempeñarse en diversos campos de los equipos de competición, especialmente en la Fórmula 1, así como en áreas como operaciones y rendimiento, al proporcionar una visión integral del mundo del Motorsport”, detalla el joven pampeano. Asimismo, menciona que “la universidad cuenta con un equipo de competición de Formula Student (competiciones entre diferentes universidades a nivel mundial), en el cual participan estudiantes de todas las disciplinas, simulando un equipo profesional de automovilismo y brindando una experiencia enriquecedora, desde la ingeniería del vehículo, construido desde cero, hasta la gestión de recursos, costos y marketing”.

    “A pocos días de mi llegada a Oxford, se confirmó que Franco [Colapinto] correría para Williams en la Fórmula 1. Recuerdo ese momento perfectamente: estaba cenando con mi madre y mi abuela, les mostré la noticia y les dije: ¡Miren! Justo estoy yendo para allá. Fue perfecto”, rememora Mateo.

    Y añade: “Para mí, contar con un piloto como Franco en la Fórmula 1 es verdaderamente excepcional. Aún no se dimensiona lo desafiante que resulta alcanzar ese nivel, por lo que su logro es asombroso. No solo representa un gran hito para el automovilismo argentino, también resulta inspirador desde una perspectiva laboral. Muchos jóvenes como yo, que anhelamos trabajar en esta industria, encontramos un estímulo enorme al verlo en esa posición”.

    “Mi sueño, sin duda, es colaborar con él. Sería un logro máximo contribuir a sus victorias y a su consolidación como campeón del mundo. Es mi objetivo diario y estoy seguro de que lo lograré”, asegura Mateo, agregando: “Me interesa especialmente la gestión operativa dentro de un equipo de Fórmula 1. Esto abarca desde la logística necesaria para tener el vehículo listo en un circuito específico hasta participar en mejoras a largo plazo. Asimismo, siento pasión por la aerodinámica y el análisis del rendimiento del auto, aspectos en los que estoy concentrado en la actualidad”.

    “Lo fascinante de esta industria es su competencia y profesionalismo. Se establece un vínculo tan profundo que uno se identifica con el equipo en el que trabaja, de manera similar a como trabajarías para tu club de fútbol favorito en Argentina. Además, en este ámbito, puedes experimentar directamente los resultados de tu labor cada fin de semana, durante las carreras. Este factor fue determinante en mi elección, ya que me impulsa ver los frutos de mi esfuerzo”, reflexiona Mateo, celebrando: “Por otro lado, la Fórmula 1 emplea tecnología puntera, equiparable a la de la industria aeroespacial. Observar cómo las personas logran esa sinergia entre tecnología y máquina resulta sencillamente asombroso”.

    “Lo que me motiva es saber que mis padres, mi hermano, mi novia y mis amigos se enorgullecen de mis logros, lo cual me impulsa a seguir adelante con entusiasmo y menos nostalgia por la distancia”, expresa el joven que se encuentra alejado de su país, alentando a otros argentinos a perseguir sus sueños a través de la educación: “Les animaría a seguir sus pasiones. Siempre piensen que todo está a su alcance y que nada está fuera de su alcance. Especialmente en este campo, donde la demanda de ingenieros es constante y existe un amplio abanico de oportunidades en diversos sectores e industrias”.

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