Mientras Bolsonaro enfrenta acusaciones de conspiración, el Ejército de Brasil busca reforzar su credibilidad y la derecha busca nuevas estrategias para las elecciones de 2026.

En Brasil, la pregunta que todos se hacen es si el ex presidente Jair Bolsonaro será arrestado. La Fiscalía General de la República ha arrojado algo de luz sobre este debate al afirmar que la decisión no llegará hasta el próximo año, posiblemente en febrero. Paulo Gonet, fiscal general, señaló que se evaluará la acusación contra Bolsonaro y otras 36 personas por intento de golpe de Estado, golpe de Estado y asociación criminal, presentada por la Policía Federal ante el Supremo Tribunal Federal. En caso de que se acepte la acusación, Bolsonaro podría enfrentar hasta 28 años de prisión. Por otro lado, si las pruebas no son suficientes, se podría solicitar más evidencia. La tercera opción sería el sobreseimiento del caso. El juez del STF a cargo del proceso sobre el intento de golpe, Alexandre de Moraes, enviará un informe a la Fiscalía General el lunes, el cual se mantendrá sellado. Este caso ha sido considerado más delicado debido a la implicación de varios militares, y se espera que se realice un análisis conjunto con otros casos en los que está involucrado Bolsonaro, como el fraude de la tarjeta de vacunación Covid y el robo de joyas recibidas como regalo.

El caso judicial relacionado con Bolsonaro y el presunto intento de golpe ha cobrado fuerza en los últimos días, especialmente con la operación Anti-Golpe del martes, que desveló un plan para envenenar a Lula y a su vicepresidente Alckmin en diciembre de 2022. Cinco militares, incluyendo un general, fueron detenidos en relación con este plan. Según la Policía Federal, Bolsonaro estaba al tanto de este plan, el cual se planeó tras la victoria de Lula en las elecciones de octubre de 2022. Las investigaciones apuntan a Walter Braga Netto como el principal responsable de este presunto plan golpista.

El reporte indica que entre los acusados por la Policía Federal hay 25 pertenecientes a las Fuerzas Armadas, incluidos ex altos mandos. Además, se menciona la detención de un influencer argentino y la captura de otro prófugo brasileño en Argentina, solicitado por las autoridades brasileñas.

El ex presidente Bolsonaro ha continuado con sus vacaciones en Alagoas, y desde allí ha criticado al juez Alexandre de Moraes. Mientras tanto, sus aliados y posibles sucesores en las elecciones presidenciales de 2026 han guardado silencio. Algunos han defendido a Bolsonaro, como su ex ministro Tarcísio de Freitas, actual gobernador de San Pablo, quien ha expresado su apoyo al líder caído en desgracia. En medio de la tensión política, Lula ha ironizado sobre el intento de envenenamiento y su partido ha exigido que Bolsonaro rinda cuentas por sus acciones corruptas.

La prensa brasileña ha señalado que, de probarse las acusaciones de la PF, el país estuvo al borde del colapso, y se cuestiona la posible complicidad de Bolsonaro en el intento de golpe. Este escenario plantea graves interrogantes sobre el papel del expresidente en esta trama golpista.