Acedo reconoció que el primer semestre del año fue particularmente difícil para el sector, con caídas importantes en la ocupación y en las oportunidades de trabajo. Sin embargo, señaló que a partir del segundo semestre comenzó a percibirse una leve recuperación, especialmente durante los fines de semana largos de octubre y noviembre, que arrojaron números alentadores.
“Confiamos en que va a ser una temporada buena, venimos de un año con una baja significativa en lo que fue ocupación y las posibilidades de trabajar (…). Ya a partir del segundo fin de semana largo del mes de junio de este año, empezamos a notar una leve recuperación”, explicó Acedo, quien espera que esta tendencia se consolide en la temporada estival.
Respecto a la posibilidad de que el posicionamiento de Brasil como un destino más conveniente impacte en la llegada de turistas a la provincia, el presidente de la Cámara Entrerriana de Turismo descartó que la comparación sea directa, destacando que se trata de productos turísticos distintos. Acedo subrayó que el impacto sería más evidente en la costa atlántica argentina.
El desafío principal, según Acedo, reside en adaptarse a un nuevo comportamiento del turista, que en muchos casos opta por viajar sin reservas previas. Esta situación obliga a los prestadores de servicios turísticos a desarrollar una mayor flexibilidad y creatividad para captar a los visitantes sobre la marcha.
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