Los cuatro integrantes de One Direction se reunieron ayer en el funeral de Liam Payne, celebrado de forma privada en el condado de Buckinghamshire, al noroeste de Londres, tras su fallecimiento en Buenos Aires a los 31 años.
El servicio íntimo tuvo lugar en la iglesia de St Mary en Amersham, decorada con faroles con velas y rosas blancas, y contó con la presencia de familiares y amigos cercanos del artista, así como sus antiguos compañeros del grupo, Louis Tomlinson, Niall Horan, Zayn Malik y Harry Styles, quienes no se habían visto juntos en público desde la separación indefinida en 2016.
Styles llegó al templo en un BMW acompañado por el presentador James Corden. También asistieron Cheryl Tweedy, madre del hijo de Payne, Bear, y expareja del artista; así como Nicola Roberts y Kimberley Walsh de Girls Aloud, y la última novia de Payne, Kate Cassidy, llegando con Damian Hurley, hijo de la actriz Elizabeth Hurley.
El féretro, cubierto de rosas blancas, fue llevado a la iglesia en un carruaje tirado por caballos, con tributos florales que decían "son" y "daddy".
Fans y lugareños se reunieron cerca de la iglesia para rendir homenaje al artista antes del servicio religioso. Payne falleció el 16 de octubre al caer del tercer piso de un hotel en Palermo, lo que generó conmoción en el Reino Unido.
La autopsia reveló que Payne tenía drogas en su cuerpo y sufrió hemorragias internas y externas, así como politraumatismos a causa de la caída. Tres personas fueron imputadas por su muerte.
Geoff Payne, el padre de Liam, se encargó de la repatriación del cuerpo desde Argentina. One Direction, el exitoso grupo que vendió 70 millones de álbumes en cinco años, se reunió en este emotivo evento para despedir a su querido compañero.
