Historia
El palacio fue mandado a construir en 1919 por el hacendado Juan Bautista Arruabarrena para residencia familiar. Proyectado por el arquitecto francés Gabriel Dulin y ejecutado por el constructor Luis Pepey, se ubica exento en un lote en esquina, retirado de la línea municipal y con vistas hacia la Plaza Urquiza. Resuelto en cuatro plantas –semisótanos, piano nobile, primer piso y mansardas–, conforma el mejor ejemplo provincial del Academicismo francés. El acceso se hace por la ochava, mediante una escalinata de mármol que sube a la loggia oval, dando paso al vestíbulo que distribuye a las diferentes áreas de la casa.
Las fachadas están resueltas en el lenguaje propio del Eclecticismo, profusamente ornamentadas y rematadas por altas mansardas. En el interior lucen cielorrasos decorados y bellos vitreaux que acompañan el recorrido de la gran escalera.
Fue propiedad del Ejército Argentino, y hoy es Museo Histórico Municipal.