La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina ha anunciado un paro general de 36 horas, ampliando el alcance de la medida de fuerza que inicialmente estaba pactada por 24 horas. La huelga comenzará al mediodía del 9 de febrero y se suma a una marcha que se realizará frente al Congreso de la Nación en conjunto con jubilados, en una demostración de apoyo a sus reclamos.
Octavio Argüello, co-secretario general de la CGT en reemplazo de Pablo Moyano, confirmó los cambios en el paro y la marcha sindical. Según fuentes sindicales consultadas, esta extensión del paro no afectará el funcionamiento del transporte público el miércoles. Los servicios de trenes y colectivos se verán interrumpidos a partir de medianoche del jueves 10 de abril, aunque aún no se confirma la participación del personal de subterráneos.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se ha sumado a la medida de fuerza, lo que implica el cierre de organismos públicos desde el mediodía del miércoles. La movilización al Congreso un día antes de la huelga tiene como objetivo respaldar los reclamos de los adultos mayores y se prevé una alta convocatoria.
Héctor Daer, líder de Sanidad y otro referente de la CGT, ha expresado su respaldo a la libertad de negociación de paritarias, aumento de jubilaciones y bono para jubilados, además de repudiar la reciente represión policial. También se solicita la reanudación de discusiones sobre asignaciones familiares y problemáticas del sector industrial argentino.
Este será el tercer paro general que la CGT lleva a cabo durante el gobierno de Javier Milei, después de lograr acuerdos con varios sectores sindicales para su realización. Daer adelantó la organización de otra movilización para el Día del Trabajador el 1 de mayo, rompiendo la tregua existente entre la cúpula de la CGT y el Gobierno en medio de las negociaciones sindicales en el Congreso.
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