La inclusión de la industria automotriz en el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) fue considerada una oportunidad única para las terminales automotrices en Argentina. Este programa permitiría la introducción de motorizaciones híbridas, marcando un paso hacia la transformación energética del automóvil presente en los países más avanzados.
En septiembre de 2024, Renault Argentina se destacó como la primera marca en anunciar su participación en el RIGI a través del proyecto Niágara Concept, una nueva pick-up de media tonelada cuya producción iniciaría en el segundo semestre de 2026. Esta decisión, sin embargo, se vio en tela de juicio recientemente durante una conferencia de prensa con Pablo Sibilla, presidente de Renault Argentina, quien expresó dudas sobre la conveniencia de ingresar al programa gubernamental.
La incertidumbre surge debido a una condición impuesta por el gobierno para acceder a los beneficios fiscales del RIGI, que requeriría a las automotrices abrir una nueva empresa específica para los vehículos electrificados. Esta exigencia ha generado un conflicto entre las fábricas y las autoridades, con dificultades para llegar a un acuerdo que permita avanzar en los proyectos.
Otros fabricantes como Ford y Toyota también evalúan la posibilidad de sumarse al RIGI con versiones híbridas de sus populares modelos Hilux y Ranger. Sin embargo, la complejidad asociada a la creación de una nueva sociedad para cumplir con los requisitos del programa plantea desafíos adicionales en términos logísticos y fiscales.
La próxima semana Volkswagen Argentina anunciará detalles sobre una nueva pick-up que podría ser elegible para el RIGI, al estar basada en una plataforma china y contar con opciones de propulsión híbrida. Este proyecto representa otra oportunidad para el sector automotriz de acceder a los incentivos a inversiones, siempre y cuando se logren superar las barreras burocráticas y fiscales impuestas por el programa.
La complejidad del RIGI y la necesidad de ajustar los procesos internos para cumplir con los requisitos gubernamentales plantea un desafío para las automotrices interesadas en ingresar al programa de incentivos. Las decisiones estratégicas en torno a la participación en el RIGI reflejan las tensiones entre los beneficios potenciales y los costos operativos asociados con la conformación de nuevas empresas para proyectos específicos en el sector automotriz argentino.