No voy a tomar partido ni a alimentar discusiones sin fundamento que, en su mayoría, provienen de trolls en redes sociales, esos comentaristas anónimos que solo buscan profundizar la división. Mi intención es aportar ideas que nos inviten, como sociedad, a reflexionar sobre la importancia de gestionar de manera eficiente los siempre escasos recursos públicos, esenciales para el progreso de nuestra ciudad.
Es crucial destacar que, por más creatividad y buenas intenciones que tenga el Intendente de Concordia y su equipo, ninguna obra de gran envergadura puede llevarse a cabo únicamente con fondos municipales. Es inevitable recurrir al apoyo del Gobierno Provincial, Nacional e incluso de organismos internacionales.
A menudo leo en los medios cómo se estancan proyectos fundamentales para nuestra ciudad, como la planta de agua, la Costanera de la playa Nebel, el ingreso sur a Concordia, la ampliación del Parque Industrial, el Aeropuerto Internacional, o el mantenimiento y construcción de escuelas. También observo cómo se reducen los fondos destinados a la región, como los excedentes de Salto Grande, que son tan necesarios.
El nuevo año planteará nuevos desafíos para Concordia. Será crucial gestionar con habilidad los recursos ante el poder central para garantizar el avance de la ciudad y mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes.
¿Con los recursos disponibles, qué proyecto de ciudad es viable? Todo intendente recién electo, además de garantizar los servicios básicos a sus vecinos, aspira a dejar una huella, a realizar grandes obras que transformen verdaderamente la calidad de vida de su comunidad.
Muchas de estas buenas ideas pueden hacerse realidad con pequeños ajustes y cambios ingeniosos. Pero cuando hablamos de transformaciones profundas que cambien el paisaje en infraestructura o servicios continuos, se necesita algo esencial: recursos. Con recursos, y sumados a la honestidad, transparencia y una clara visión de prioridades, es posible convertir los sueños en realidades tangibles.
Sin embargo, ningún intendente, por noble que sea su intención, puede llevar a cabo proyectos que trasciendan su gestión sin contar con el respaldo económico necesario. En la administración financiera, una verdad siempre se mantiene: los recursos no aparecen por arte de magia. Se generan o se gestionan y están directamente vinculados al nivel de actividad económica, algo que depende en gran medida del Gobierno Nacional y su enfoque sobre cómo hacer crecer la economía.
Para reconfigurar su forma de cálculo y cobro, la Tasa de Alumbrado Público está en el centro de debate. La presentación judicial de una vecina para evitar el cobro de tasas municipales en la boleta de la luz sin duda acelerará este proceso de discusión seria sobre la determinación y modalidad de cobro de esta tasa.
Es imprescindible que el Municipio de Concordia genere más recursos propios y no dependa tanto de la Coparticipación Nacional y Provincial. La gestión de la ciudad debe buscar un equilibrio presupuestario, la austeridad y la transparencia en su manejo, evitando el desfinanciamiento y priorizando la mejora de servicios para los ciudadanos y, por ende, un aumento en su calidad de vida.
Los desafíos son grandes, la situación económica no es sencilla, pero la voluntad y la iniciativa son abundantes. ¿Serán suficientes para superarlos?
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