La muerte del Papa Francisco renovó el interés en su visión sobre el uso de la inteligencia artificial para acabar con conflictos, basada en valores éticos universales.
El papa Francisco realizó su última aparición en la misa de Pascuas desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde ofreció la bendición “Urbi et Orbi” y emitió un llamamiento por la paz mundial.