Entre acalorados debates y momentos de incertidumbre, el Gobierno ha optado por retrasar las conversaciones formales con la oposición, sumiendo al escenario político en agitación. Pese a la previsión de encuentros preparatorios que se llevarán a cabo discretamente tras el periodo de Carnaval, no se ha establecido una fecha concreta para la presentación del pacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI). A la par, se buscará discutir la posible reducción de la edad de imputabilidad en el plenario de comisiones de la próxima semana.
El ambiente político se vuelve aún más complejo luego de un fin de semana de carnaval marcado por discursos inflamatorios y controversias. Por un lado, Javier Milei ha buscado el respaldo de la oposición para sus propuestas, especialmente el acuerdo con el FMI; sin embargo, tanto en la Casa Rosada como en los distintos bloques libertarios del Congreso, se asevera que no es el momento adecuado para un acercamiento formal, optando por iniciar diálogos discretos.
Las tensiones también persisten con figuras como Mauricio Macri, líder de PRO, cuya relación se ha vuelto tirante tras recientes acusaciones. La polémica se extiende a la UCR, bajo Facundo Manes, en un momento de marcada crítica hacia el Gobierno. A pesar de los desafíos, se anticipan conversaciones reservadas para allanar el camino hacia posibles acuerdos, según fuentes políticas.
El Congreso vislumbra un año electoral complicado, priorizando la resolución de la deuda como objetivo primordial. Aunque el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, ha mantenido un perfil discreto respecto a las negociaciones con el FMI, desde el Gobierno confían en obtener el apoyo de partidos no afines al kirchnerismo. Se pronostican debates complicados en el ámbito legislativo, donde se espera que la oposición respalde el acuerdo como medida de estabilidad.
En medio de este panorama, se aguarda una resolución por parte de la Corte Suprema en relación con la solicitud del juez federal Ariel Lijo. Además, las tensiones entre los diversos bloques parlamentarios continúan en aumento, marcando un año políticamente intenso. La incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones y los posibles convenios impregna la agenda política nacional en un contexto de alta polarización y conflictos internos.
