La notable disminución se debe al aumento de la inflación, con un pico del 25,5% en diciembre tras la devaluación, y al incremento de las tarifas.
Según el informe "Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones", la reducción salarial inició en diciembre de 2023 con una disminución del 15%, a raíz de la aceleración inflacionaria, y se profundizó en enero con un descenso del 17%. Esta tendencia se detuvo temporalmente en los meses siguientes, coincidiendo con un aumento del salario nominal equiparado a la inflación, evitando así reducciones adicionales.
En junio se produjo otra caída (-4,4%), seguida de una leve recuperación en julio (4,3%) y nuevos descensos en los tres meses siguientes. La disminución salarial, que ya se observaba en años anteriores, sumada a la abrupta contracción de estos meses, situó el salario mínimo por debajo del registrado en 2001, antes de la crisis de la convertibilidad.
Según lo reportado por la agencia NA, esto implica una pérdida de casi el 60% en comparación con el máximo alcanzado en septiembre de 2011.
El salario promedio de los trabajadores formales medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) también experimentó una marcada contracción entre noviembre y diciembre del año pasado.
A pesar de esto, la desaceleración de la inflación y las negociaciones salariales en los acuerdos paritarios lograron detener la caída del poder adquisitivo de los salarios y comenzar un proceso de recuperación.
En agosto, este índice mostró un incremento del 0,8%, y del 0,3% en septiembre.
Sin embargo, para septiembre de 2024 (último dato disponible), el poder adquisitivo de los salarios promedio aún se mantenía un 1,5% por debajo del valor de noviembre. Aunque el porcentaje de aumento se redujo considerablemente desde agosto.
El panorama de agosto y septiembre se torna más crítico al analizar las cifras de remuneración promedio de los asalariados registrados del sector privado según el SIPA.
Tras un crecimiento real en junio (+4%) y julio (+2,8%), en agosto experimentó una caída del 2,5% y en septiembre, los datos preliminares de la Secretaría de Trabajo indican otra disminución, del 1%.
Esto implica una pérdida de poder adquisitivo del 3% en comparación con noviembre de 2023. En total, acumulaba una disminución cercana al 20% respecto al máximo registrado en mayo de 2013.