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NACIONALES

Los gobernadores quedaron satisfechos con la apertura de la Casa Rosada y apuestan a construir un nuevo vínculo

El gesto de buena voluntad del Gobierno diluyó el mal clima que habían generado las acusaciones de Milei. Pidieron bajar el nivel de agresividad y aguardan por el borrador de la nueva Ley Ómnibus



Hubo asistencia perfecta. En la extensa mesa del salón Eva Perón estuvieron sentados los representantes de las 23 provincias del país y la Ciudad de Buenos Aires. En la punta, el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse. A su derecha, el brazo político del Gobierno, el ministro del Interior, Guillermo Francos. Fue una imagen positiva para la Casa Rosada, después de un encadenamiento de acusaciones y agravios, y un fracaso legislativo estruendoso. Una foto de paz y estabilidad.



La reunión de casi cuatro horas fue un momento para barajar y dar de nuevo. Así lo sintieron la mayoría de los gobernadores. Los aliados y los negociadores pudieron reubicarse en esas posiciones, después de la incomodidad de haber quedado atrapados por las amenazas y los insultos de Javier Milei a sus colegas. Los duros, seguirán siendo duros y opositores.



El equilibrio lo generan los gobernadores más pragmáticos, la mayoría de ellos de partidos provinciales. El Gobierno entendió que debe generar una mayoría parlamentaria y que la mejor forma de hacerlo es construyendo puentes con los mandatarios. Política tradicional en su máxima expresión. Aunque el oficialismo la niegue y la descalifique.



Los temas fueron los esperados. Impuesto a las Ganancias, restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente y del fondo compensador para el transporte, y la nueva Ley Ómnibus. Cada una de las partes puso sobre la mesa sus intereses pero no hubo acuerdos, sino gestos de acercamiento y de buena predisposición para negociar. Desde la mirada de la mayoría de los gobernadores fue un avance importante. La guerra del Presidente contra ellos se puso en pausa. Nadie se anima a decir que se terminó.



“Hubo un ámbito de diálogo donde pudimos intercambiar opiniones. En la mayoría de los gobernadores hubo buena recepción de las propuestas del Gobierno. Pero todo se verá cuando tengamos la redacción más fina de la nueva Ley Ómnibus”, analizó uno de los gobernadores que estuvo presente en el encuentro y que venía exigiendo mayor apertura por parte del oficialismo.



Durante la reunión hubo un pedido unánime para los dos ministros del Gabinete. Los mandatarios exigieron que Milei los deje de agredir a través de las redes sociales. Le marcaron que para tener una buena convivencia es primordial que el Presidente revea sus formas. Francos y Posse solo atinaron a decir que le iban a hacer llegar el pedido. Formalidad pura. El malestar solo está tapado. Nadie se olvida.



El tema de la restitución del Impuesto a las Ganancias divide a los gobernadores. Las provincias del sur y del centro no quieren que vuelva. En esa lista se anotan los gobernadores patagónicos, Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Córdoba. El Gobierno insiste con el regreso del tributo mientras que los mandatarios piden que se utilice otro mecanismo de compensación, como puede ser la coparticipación del Impuesto País o el Impuesto al Cheque.



Durante la reunión el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, planteó lo que ya había comentado en público. La posibilidad de instaurar un impuesto a los altos ingresos. Una postura similar tiene el santafesino Maximiliano Pullaro, que no asistió al encuentro debido a la crítica situación de inseguridad que está viviendo Rosario en los últimos días. Son caminos alternativos que están en evaluación.

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