El gobierno de Japón elevó el lunes 10 de noviembre de 2025 una protesta oficial contra China, calificando como “extremadamente inapropiados” los comentarios realizados por Xue Jian, cónsul general chino en Osaka, hacia la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi. Este incidente se produce en un contexto de aumento de las tensiones diplomáticas entre ambos países, vinculadas a la postura de Japón frente a un posible conflicto en Taiwán, una isla gobernada democráticamente y reclamada por Beijing.
El desencadenante fue una declaración de Takaichi el viernes anterior durante una sesión parlamentaria en Tokio, donde advirtió que un eventual ataque militar chino contra Taiwán podría obligar a Japón a tomar medidas de defensa propia. Según la agencia Jiji Press, la primera ministra describió esta situación como “una amenaza a la supervivencia de Japón”, en consonancia con la legislación nacional sobre defensa colectiva aprobada en 2015 bajo el gobierno de Shinzo Abe, aliado político de Takaichi. Estas declaraciones siguieron a un encuentro de la mandataria con un representante taiwanés en una cumbre regional celebrada en Seúl, lo que ya había generado molestia en Beijing.
En respuesta, el sábado 8 de noviembre, Xue Jian compartió en sus redes sociales un artículo del diario Asahi que citaba las palabras de Takaichi y añadió un comentario agresivo: “No tenemos más remedio que cortar ese sucio cuello que se ha abalanzado sobre nosotros sin dudarlo un instante. ¿Están preparados?”. Posteriormente, el mensaje fue eliminado. Minoru Kihara, secretario jefe del gabinete japonés, señaló el lunes que aunque la intención del diplomático no estaba del todo clara, la publicación era “extremadamente inapropiada”. Confirmó que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón y la embajada en Beijing presentaron una queja formal ante las autoridades chinas, exigiendo la retirada del mensaje.
Consultado sobre posibles sanciones, Kihara recordó que Xue Jian ya había realizado “múltiples comentarios inapropiados” en el pasado y que Japón ha solicitado reiteradamente a China que tome medidas al respecto. Por su parte, Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, declaró en rueda de prensa que la publicación del cónsul fue una respuesta a los “comentarios erróneos y peligrosos” de Takaichi sobre Taiwán, e instó al gobierno japonés a “analizar en profundidad sus responsabilidades históricas”.
Desde Estados Unidos, el embajador George Glass condenó la amenaza del diplomático chino al compartir el mensaje eliminado en la red social X, afirmando que Xue Jian “había amenazado” tanto a Takaichi como al pueblo japonés y agregó: “La máscara se ha vuelto a caer”.
En una comparecencia ante la comisión de Presupuestos de la cámara baja japonesa, la primera ministra reafirmó su postura sobre la posible intervención de Japón en defensa de Taiwán en caso de un ataque militar chino. Rechazó las críticas de Beijing y del Partido Democrático Constitucional, asegurando que sus declaraciones reflejan la posición oficial del gobierno y que no las retirará. Explicó que, según la legislación vigente, una “situación de amenaza a la supervivencia” habilitaría la defensa colectiva, lo que podría incluir el despliegue de las Fuerzas de Autodefensa para apoyar a Taiwán ante un bloqueo o ataque armado.
Las tensiones entre China y Taiwán se mantienen desde 1949, cuando las fuerzas nacionalistas se refugiaron en la isla tras ser derrotadas por el Partido Comunista chino. Actualmente, Beijing sostiene que la independencia de Taiwán es inaceptable y advierte que recurriría a la fuerza si fuera necesario, exigiendo que la comunidad internacional respalde el principio de “una sola China”.
