La nueva actualización no tomará en cuenta la segmentación de subsidios en la que aún trabaja el Gobierno; serán de entre 18,55 por ciento y 25 por ciento, para los usuarios de gas sin tarifa social, y de 16,53 por ciento en promedio para los de luz
El Gobierno dispuso anoche un aumento en las tarifas del gas y de luz desde el 1° de junio, que no contempla la segmentación de subsidios en la que aún se trabaja.
La secretaría de Energía, que conduce el neuquino Darío Martínez, emitió una resolución ayer viernes para que el Enargas y el ENRE dispongan los aumentos, que serán entre el 18,5 por ciento y el 25 por ciento para el gas, de acuerdo a la región del país, y un 16 por ciento para la electricidad.
En el caso del gas, quedarán exceptuados de las subas quienes abonan la tarifa social. En tanto, para la electricidad, los usuarios con tarifa social en el Gran Buenos Aires sufrirán un aumento del 7,7 por ciento.
Ahora solo resta que lo convaliden el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), al mando, respectivamente, de Federico Bernal y Soledad Manin, que responden a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, que hasta ahora se viene oponiendo a la idea de aplicar aumentos significativos.
El objetivo del Gobierno es que las correcciones tarifarias sean inferiores a la variación de los ingresos de la población. Así, tanto en gas como en electricidad los incrementos cumplen estrictamente con “las pautas que instruyeron en tal sentido el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, respecto a que las correcciones tarifarias sean inferiores a la variación de los ingresos de la gente”.
En este sentido, quienes tengan tarifa social tendrán en sus facturas incrementos totales anuales inferiores al 21.6 por ciento -equivalente al 40 por ciento de la variación del Coeficiente de Variación Salarial de 2021. En tanto, el resto de los usuarios residenciales tendrán en promedio aumentos en sus facturas totales anuales inferiores al 42.7 por ciento -80 por ciento de la variación del Coeficiente de Variación Salarial de 2021.
En el caso de los comercios, la suba será en promedio del 36 por ciento porque el valor agregado de la distribución tiene un peso más grande en las facturas; lo que cobran las empresas y no la energía en sí. “Como el peso de la energía es más bajo se puede aumentar más teniendo el mismo impacto en la factura”, destacaron desde Economía.






