YPF adjudicó la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur a la constructora de Paolo Rocca y Marcelo Mindlin, la misma UTE que conforman Techint y Sacde y que estuvo a su cargo del rebautizado gasoducto Perito Moreno y buena parte de la reversión del Gasoducto Norte.
Vaca Muerta Sur es uno de los seis proyectos que pidió su ingreso al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). El costo total presupuestado es de USD 2.528 millones de los cuales, poco más de la mitad (USD 1.338 millones) se destinan a la construcción de la estaciones de bombeo, mientras que el resto en las terminales marítimas que permitirán a los barcos petroleros cargar unos 2 millones de barriles diarios.
La licitación se estructuró en dos renglones: uno de casi 120 kilómetros entre Allen y Chelforó, y otro de aproximadamente 320 kilómetros hasta Punta Colorada, todo en la provincia de Río Negro.
Se creía que el primer tramo se iba a adjudicar a constructoras pequeñas o medianas como Contreras Hermanos, Víctor Contreras o BTU, mientras que el segundo se disputaba entre pesos pesados como Techint-Sacde o Pumpco, propiedad de los dueños del Inter de Miami. Sin embargo, la unión entre Rocca y Mindlin se quedó con toda la obra.
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La relación del grupo Techint con el gobierno de Milei encierra muchas de las contraseñas que requiere el funcionamiento económico de la Argentina.
Entre los perfiles visibles de este vínculo, lo primero que salta a la vista es YPF. El presidente de la petrolera con mayoría estatal, Horacio Marin, venía de ser director de Exploración y Producción el brazo petrolero del holding de Paolo Rocca. Pero el hombre clave es Gustavo Gallino, ex director general de Techint Ingeniería y Construcción, actual vicepresidente de Infraestructura de la petrolera de bandera.
"Paolo lo puso de vicepresidente para tenerlo más protegido. Para Rocca, Marin es un fusible. Un empleado menor. No así Gallino", dijo a LPO una fuente que trabajó en el Grupo.
Sucede que Gallino es un histórico técnico de Techint. El dato sobresaliente es que tuvo a su cargo la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner.
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"Es como Peter Parker y el Hombre Araña. Pasó de contratado a contratista", bromeó la fuente respecto a la adjudicación de la obra. Lo cierto es que YPF es una sociedad anónima y lo propio Techint. Estrictamente no es un caso de conflicto de intereses.
De todos modos, desde el sector aseguran que Techint se está quedando con toda la obra pública. "Son el Lázaro Baez del gobierno de Milei", afirman que detallan que terminaron el gasoducto Perito Moreno, se quedaron con la reversión del Norte y ahora logran adjudicarse el oleoducto Vaca Muerta Sur completo. Se trata, en definitiva, de las únicas obras que se hicieron durante este gobierno.
Las gestiones de Marin en favor de Techint son una constante. LPO contó que luego de que la gestión libertaria de YPF decidiera trasladar el proyecto de GNL de Bahía Blanca a Río Negro, Rocca analiza el aprovechar los millonarios estudios realizados por la petrolera estatal en esa ciudad bonaerense para montar allí su propia planta de licuefacción de gas.
La decisión abrió enormes interrogantes sobre la gestión de Marin. Es que este ingeniero llegó al cargo de la mano del propio Rocca y fue un importantísimo cuadro gerencial de Tecpetrol.
Mientras tanto, quienes mastican bronca son Jorge y José Mas, los propietarios de la constructora estadounidense Pumpco, del grupo Mastec. Dicen que su oferta fue más barata para la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur y aun así la desecharon.
La tensión es tal que le hicieron saber a Javier Milei de su cercanía a Donald Trump. No es la primera vez que se los deja afuera. Pumpco ya había querido participar de la construcción del Gasoducto Norte, una obra pública que ganaron en distintos tramos Techint-Sacde y BTU.
Dato no menor es que la presentación de las ofertas para la construcción fue el 13 de agosto en tanto la adjudicación para principios de octubre. Sin embargo, la demora del proceso suscitó todo tipo de suspicacias.