Sergio Agüero abrió el marcador a los 19 minutos, en su primer gol en un Mundial, y Alfred Finnnbogason igualó a los 23' en el estadio Spartak de Moscú. El arquero Hannnes Halldrosson le atajó un penal a Messi a los 63', que pudo haber sido el segundo argentino.
Argentina dominó claramente el partido, con una posesión de más del 70 por ciento, pero padeció uno de sus recurrentes problemas, la falta de eficacia a la hora de convertir.
El partido fue muy trabado y a la Selección, que apostó por una formación conservadora con un doble 5 de contención pese al neto perfil ofensivo del técnico Jorge Sampaoli, le costó crear riesgo y llegar al arco rival.
Un tiro libre de Messi, a los 8', que peinó Tagliafico, fue la primera llegada clara, pero la siguiente jugada de contraataque de Islandia, con remates de Finnbogasson y Birkir Bjarnason que se fueron apenas desviados del arco de Wilfredo Caballero, advirtieron que Islandia estaba decidida a ir por todo.
A los 17 minutos volvió a avisar Messi. Con su genial maestría, la estrella del Barcelona eludió la defensa y remató de zurda pero Hannnes Halldorsson sacó el balón. Dos minutos más tarde llegaría el gol de Agüero, que hasta entonces casi no había podido entrar en juego. De espaldas a la defensa, giró y remató de zurda al ángulo derecho de Halldorsson.
La ventaja duró poco. Con desinteligencias en la defensa albiceleste y Caballero trabado, los argentinos no lograron despejar la jugada y Finnbogason se encontró sólo con el balón frente al arco y empujó la pelota. A los 44', Caballero salvó lo que pudo ser el segundo de Islandia.
En el Spartak, no apelar al VAR generó polémica. Un centro de Eduardo Salvio pegó en la mano del defensor islandés Gylfi Sigurdsson y todo el banco albiceleste pidió penal, o al menos revisión por videoarbitraje. Pero el árbitro polaco Szymonn Marciniak cobró tiro de esquina.
El penal para el conjunto llegó a los 64', pero el portero vikingo adivinó la intención de Messi y desvió el balón. Fue el cuarto penal errado de los 21 que pateó el crack con la camiseta albiceleste. Y se quedó sin poder celebrar los doce años de su primer gol en un Mundial, tras el que marcó el 16 de junio de 2006 en la goleada por 6-0 a Serbia en Alemania.
Dos minutos después, el crack disparó un tiro libre por encima del travesaño. Y el aplauso vikingo comenzó a sonar cada vez con más fuerza pese a que los islandeses eran clara minoría en las tribunas. A los 77', el árbitro tampoco dio penal sobre el recién ingresado Cristian Pavón.
A la dupla de Javier Mascherano y Lucas Biglia le faltó creatividad y el que más lo sufrió fue Messi, sin socios para elaborar el ataque. Varias veces tuvo incluso que retroceder mucho más de lo deseado para rescatar el balón, mientras que tuvo que sortear una marca doble o triple de los enormes islandeses para arremeter contra el arco rival.
Además, al conjunto de Sampaoli le costó encontrar espacios con las dos líneas de cuatro islandesas tan cerradas atrás, y padeció su propia defensa cada vez que los rivales intentaron contraatacar.
La diferencia de altura