La tasa de inflación en noviembre de 2024, según el INDEC

Las góndolas de los supermercados parecen brindar un respiro tras meses de constantes aumentos. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación de noviembre de 2024 se situó en un 2,4%, consolidando una tendencia de desaceleración en el incremento de los precios al consumidor. Esta cifra mensual representa el nivel más bajo desde julio de 2020.

Este descenso en la inflación era previsto tanto por el Gobierno como por los principales analistas del mercado, quienes estimaban un índice por debajo del 3%. Las proyecciones se cumplieron principalmente gracias a la disminución en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, que apenas aumentaron un 0,9% durante el mes.

A pesar de ello, la reducción no fue uniforme en todos los sectores. Rubros como educación (5,1%) y vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4,5%) experimentaron aumentos significativos, motivados por ajustes en alquileres y tarifas de servicios públicos. Esta disparidad pone de manifiesto las dificultades para controlar ciertos costos estructurales, a pesar de las medidas de control de precios implementadas.

El último informe del INDEC señala que la inflación de noviembre de 2024 alcanzó el 2,4%, reflejando una disminución respecto al 2,7% de octubre y marcando el índice mensual más bajo desde julio de 2020.

Dentro de las categorías, el sector de educación fue el que más aumentó, con un incremento del 5,1%, seguido por vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que creció un 4,5% debido a los incrementos en alquileres y facturas de servicios públicos.

En contraste, el menor incremento del mes se registró en alimentos y bebidas no alcohólicas, con un modesto 0,9%, impulsado por la fuerte caída de más del 10% en los precios de verduras. No obstante, el precio de la carne repuntó hacia finales de mes, afectando parcialmente esta reducción.

En términos interanuales, el aumento acumulado de precios en los últimos 12 meses alcanzó un 166%, reflejando el impacto de la inflación en la economía argentina. Aunque esta cifra es preocupante, representa una desaceleración frente al 193% interanual registrado en octubre. Este descenso interanual se explica en parte por la bajada en los precios de alimentos y bienes esenciales, así como por las medidas de ajuste fiscal y monetario implementadas por el Gobierno.

Según el economista Lautaro Moschet, de la Fundación Libertad y Progreso, “la inflación de noviembre estuvo por debajo de las expectativas del mercado, que proyectaba un 2,8%. No obstante, anticipamos un índice cercano al 3% para diciembre, impulsado por nuevos incrementos en servicios regulados y factores estacionales”.

La inflación se evalúa a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que analiza la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo habitual de los hogares. El INDEC clasifica estos bienes y servicios en diferentes categorías, como alimentos, educación, salud, vivienda y servicios públicos, asignando a cada una un peso específico en el cálculo general según su relevancia en el presupuesto promedio de una familia.

El IPC se desglosa en tres componentes principales, siendo el IPC núcleo el que registró el mayor aumento del 2,7% en noviembre de 2024, el más bajo desde septiembre de 2020. Por su parte, los precios regulados subieron un 3,5%, mientras que sorprendentemente los estacionales cayeron un 1,2%, contribuyendo a moderar el índice global.

Aunque la reducción en la inflación mensual de noviembre ofrece un respiro temporal, los desafíos continúan. El costo de vida sigue afectando a millones de argentinos, y los expertos señalan que mantener esta tendencia dependerá de la evolución de los precios regulados, las expectativas cambiarias y la política fiscal del próximo año.