La Cámara de Diputados aprobó el pliego de 32 cónsules honorarios del país entre ellos el del amigo del presidente Nicolás "Nicky" Caputo para Singapur, cuyo Gobierno se anotó para participar de la licitación del puerto de Buenos Aires.
Cambiemos logró consagrar a Nicky en la diplomacia tras un intento fallido en julio y con sólo 95 votos, 13 menos que el total del interbloque oficialista.
Argentina Federal, el bloque de los gobernadores, colaboró con su abstención. Y aunque sin ellos no hubieran hecho mucho, ayudaron a la causa las bancas vacías de varios kirchneristas y otros partidos provinciales.
"El cónsul honorario no goza de inmunidad y de privilegios personales. Solamente tiene inmunidad relacionada a su rol de cónsul. Para que no haya ninguna suspicacia", aclaró la macrista Cornelia Schmidt Liermann, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.
La aclaración ya la había hecho el canciller Jorge Faurie en su última visita a Comisión, pero el kirchnerista Guillermo Carmona no tardó en desmentirla.
"Los cónsules honorarios tienen los beneficios del Convenio de Viena, a la que adhirió Argentina en 1967", leyó el mendocino y los enumeró: trato especial del Estado receptor, privilegio de tratamiento en causas penales y exenciones impositivas.
"Esto significa que si tiene que declarar podrá excusarse por ser un tema consular. No podemos darle estos privilegios al hermano de la vida del presidente. Proponemos separar este pliego y tratar una ley especial para regular el nombramiento de los cónsules honorarios", planteó Carmona.
Monzó miró a Schmidt Liermann, que se animó a pedir la votación, le salió bien y le dio a Macri la mejor noticia después del G20, mientras descansa en su quinta de Neuquén. El lunes sus diputados se habían sorprendido con la incorporación de los cónsules en el pliego de extraordinarias.
Con privilegios consulares, Caputo buscará que el Gobierno de Singapur participe en la licitación por el nuevo Puerto de Buenos Aires, un plan a 40 años que la Administración de Puertos trabajó junto a la consultora internacional ALG y a los operadores del puerto de Rotterdam.
Incluye la unificación de las tres concesiones actualmente vigentes para lograr una mayor competitividad y requiere una inversión aproximada de 1500 millones dólares, nada difícil para el tercer centro financiero de Asia.
Las concesiones actuales del puerto vencen en mayo de 2020 y el plan del Gobierno de Singapur es convertirse en uno de los operadores desde ese año, con Nicky Caputo como nexo.
El amigo presidencial continuará además con su plan de involucrarse en el sector aeroportuario a través de Changai, la terminal aérea de Singapur y una de las más grandes del planeta. Sería el camino del flamante cónsul para desplazar a Eduardo Eurnekián, histórico operador de los hangares locales.