La empresa Granja Tres Arroyos, líder en la producción de pollos en Argentina, solicitó recientemente un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) argumentando dificultades económicas que podrían derivar en la reducción de salarios o despidos. Sin embargo, desde el Sindicato de la Alimentación de Concepción del Uruguay descreen de esta versión y acusan a la compañía de utilizar esta herramienta como excusa para precarizar las condiciones laborales y aumentar sus beneficios.
En diálogo con Radio Ciudadana, Miguel Klener, secretario general del sindicato, cuestionó duramente las intenciones de la empresa: “Granja Tres Arroyos no tiene ninguna crisis ni está fundida. Esto es una maniobra muy orquestada por el dueño para reducir los costos salariales. Esa es la realidad”.
El trasfondo del PPC y los antecedentes
Según explicó Klener, este no es el primer Procedimiento Preventivo de Crisis que solicita Granja Tres Arroyos. Anteriormente, ya había implementado dos PPC similares. En ambos casos, aseguró el sindicalista, no se produjeron despidos masivos, sino que se recurrió a traslados internos y retiros voluntarios:
“Una planta cerró, entre comillas, cerró. La gente pasó a otra planta y hubo retiros voluntarios, pero no se despidió a nadie. Esto demuestra que no estaban en crisis, solo buscaban bajar los costos. Lograron un descuento del 12% en presentismo y redujeron 2 puntos del salario de los trabajadores”.
Klener también destacó que, a pesar de las supuestas dificultades económicas, las plantas de la empresa mantienen niveles de producción elevados. Mencionó cifras como los 200.000 pollos diarios procesados en Buenos Aires, 90.000 en Pilar, 235.000 en Capitán Sarmiento y 210.000 en Concepción del Uruguay:
“Con estos volúmenes de producción, no estamos hablando de una empresa en crisis”.
Otro punto señalado por Klener fue la dependencia de Granja Tres Arroyos de subsidios estatales durante gobiernos anteriores. Según el sindicalista, la empresa recibía apoyo económico para solventar costos de luz, gas e impuestos. Sin embargo, afirmó que la administración actual cambió esta política:
“Los gobiernos anteriores los subsidiaban, pero este gobierno les dijo: ‘Ustedes son emprendedores, pónganse ustedes mismos’”.
Aunque en Concepción del Uruguay aún no se han registrado despidos, el sindicato teme que las maniobras de la empresa perjudiquen a los empleados: “Si despiden gente, no tenemos cómo cubrir esos puestos. Es evidente que esto no es una cuestión de crisis real, sino de maximizar ganancias a costa de los trabajadores”.
Desde el sindicato aseguran que continuarán defendiendo los derechos de los trabajadores frente a lo que consideran una estrategia injustificada de Granja Tres Arroyos.
Fundada en 1965, Granja Tres Arroyos (GTA) tiene 7 mil empleados en Argentina y Uruguay y produce 700 mil pollos por día. El grupo opera cuatro plantas en Buenos Aires (Ezeiza, Esteban Echeverría, Capitán Sarmiento), dos en Entre Ríos, una en Córdoba y otra en Uruguay.
Tiempo atrás el grupo fundó la empresa Wade SA, para quedarse con las plantas de la entonces Cresta Roja tanto en Ezeiza como en Tristán Suárez.
La empresa aduce que nunca pudo recuperar el mercado chino tras la aparición de gripe aviar en 2023. El cierre de ese mercado derivó en la pérdida de US$ 160 millones para los exportadores de pollos, casi la mitad del total de envíos al exterior. También reclaman por el “dólar bajo” y los impuestos que se aplican al sector.
Radio Ciudadana