Macron registra un 27,4% de los votos, mientras que su oponente un 24,9%. En tercer lugar, cerca de la líder de Agrupación Nacional, está el candidato de izquierda Jean-Luc Mélenchon con un 20,5%, con el 88% de los sufragios escrutados.
Le Pen y Macron ya se enfrentaron en segunda vuelta electoral en 2017.
En esta ocasión, el país europeo celebrará la elección decisiva el 24 de abril ya que ninguno de los 12 candidatos actuales alcanzó el 50% de los votos necesarios para ganar en primera vuelta. El nuevo líder francés tomará el poder el 13 de mayo.
Un sondeo publicado en la noche del domingo por el canal francés BFM TV sitúa a Macron con el 52% de las preferencias para el balotaje y a Le Pen con el 48%.
Un presidente solo puede aspirar en una ocasión a la reelección inmediata y cada período en la posición dura cinco años. De ganar Macron sería el primer presidente que revalida en los últimos 20 años.
En su sede de campaña, luego de la publicación de los primeros resultados, Le Pen pidió a aquellos que no apoyaron a Macron que voten por ella en la segunda vuelta.
Agregó que sería la "presidenta de todos los franceses" si fuera elegida. También abordó los temas sobre los que hizo campaña, incluida la reafirmación de los valores franceses, el control de la inmigración y la seguridad.
"Me propongo sin esperar volver a coser las lágrimas que sufre una Francia desmoronada, algo que el poder no ha podido hacer hasta ahora", sostuvo.
Macron, por su parte, solicitó a los franceses detener a la extrema derecha. "Invito a todos, incluidos aquellos que no votaron por mí en la primera vuelta, a que nos apoyen", dijo.
"Complacer al populismo y la xenofobia, eso no es Francia", sostuvo. "Nada está decidido", agregó, al tiempo que pidió a sus seguidores no "escatimar en esfuerzos".
El presidente también agradeció a los candidatos que perdieron y publicamente solicitaron un voto por su candidatura.
Piden no votar por Le Pen
Al menos cinco candidatos derrotados han solicitado a los votantes no favorecer a Le Pen en la elección que está por venir, incluyendo a Mélenchon, quien se pronunció más temprano aceptando la derrota.
"¡No hay que darle ni un sólo voto a Le Pen! ¡No hay que darle ni un sólo voto a Le Pen!", sostuvo el político del movimiento Francia Insumisa, quien ha sido descrito como la esperanza de la "izquierda" en la presente elección.
″¡No cometamos el error de acobardarse, sabemos por quién nunca votaremos!", añadió, pero sin mencionar nunca a Macron.
Valérie Pécresse (4,7%), candidata del Partido Republicano, la socialista Anne Hidalgo (1,76), el comunista Fabien Roussel (2,38) y el ecologista Yannick Jadot (4,3%) pidieron claramente un voto por el actual líder francés.
Asimismo, el ultraderecha Éric Zemmour mostró su preferencia por Le Pen. El periodista, identificado con posturas aún más conservadoras que Le Pen, quedó cuarto en la elección de este domingo con un 6,9%.
Marcada abstención
Los números de los comicios de este fin de semana, en los que 49 millones de ciudadanos estaban llamados a participar, muestran un aumento en la abstención en comparación con los últimos dos eventos electorales.
De acuerdo con datos del Ministerio del Interior, a las 5:00 p.m. hora local se registró la participación de un 65 % de electores hábiles. En la primera vuelta de hace cinco años la participación comprendía un 69,42 %, mientras que en 2012 esta tasa fue del 70,59% para la misma hora.
Las encuestas de opinión sugerían que los temas más importantes de la actual carrera electoral son la invasión rusa en Ucrania, la economía, migración y seguridad.
En enero, Francia registró su mayor crecimientoeconómico anual en medio siglo, recuperándose del impacto de la pandemia de la covid-19.
Pero los precios de la gasolina se han disparado, así como las facturas de energía y la inflación anual ha subido un 4,5 %.
Naturalmente, los más afectados por la situación económica son los votantes de bajos ingresos, así como los menores de 35 años.
Por esta razón, los 12 candidatos adaptaron sus propuestas a la crisis del costo de vida. Algunos han ofrecido grandes aumentos en la renta básica o, en el caso de Le Pen, la exención del impuesto para los menores de 30 años.
De la misma forma, el país ha visto caer el desempleo al 7,4%, justo por encima de la media de la eurozona, pero cerca del objetivo fijado por el presidente actual cuando llegó al poder, cuya promesa fue de 7%.
En cuanto a la inmigración, las estadísticas oficiales apuntan a que en 2020 había unos 6,8 millones de inmigrantes viviendo en Francia. Alrededor de un tercio eran europeos, tanto de la Unión Europea como de países no pertenecientes al bloque.
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