El precandidato presidencial por el Frente de TODOS, Alberto Fernández, le transmitió hoy al Fondo Monetario Internacional su disposición de reformular los acuerdos celebrados con nuestro país “para poner fin a la crisis económica”, siempre y cuando medie el compromiso del FMI de que no exigirá “nuevos y mayores esfuerzos a los sectores más débiles de nuestra sociedad”. Fernández, quien comparte la fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner, subrayó que los “resultados negativos” de las políticas promovidas por el organismo internacional están a la vista, aunque el Fondo no quiera verlos porque “no se cumplió con el propósito de reducir la deuda y la inflación, recuperar el crecimiento, generar empleo y combatir la pobreza”. Su propuesta, en cambio, está relacionada con alcanzar estabilización de la economía que permita al país “crecer como condición necesaria para pagar nuestras deudas”.
“Le he transmitido al señor (Alejandro) Werner nuestra enorme preocupación por la situación creada por las políticas y la ineficiencia del gobierno de Mauricio Macri y le he puesto de relieve lo mucho que me llama la atención la complacencia del FMI”, puntualizó tras el encuentro que mantuvo esta mañana con el responsable del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner. En el marco de la campaña presidencial, el Fondo se había reunido previamente con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey y con dos exministros de Economía, Axel Kicillof, precandidato bonaerense y Roberto Lavagna, precandidato presidencial por Consenso Federal.
En su primera oportunidad de dialogar con el FMI como eventual futuro presidente, Fernández dejó en claro que el acuerdo celebrado entre el gobierno y el Fondo está “en abierta violación” al Acta Constitutiva del organismo y advirtió que tampoco fue sometido a votación en el Congreso Nacional. “El préstamo otorgado por el FMI asciende a US$ 57.000 millones. Esa suma representa más del 65 por ciento del total de su cartera de préstamos, constituyendo así un hecho inédito no sólo en la historia del FMI, sino a nivel global”, explicó el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner.
Fernández puso también el acento en el destino de los créditos obtenidos por el país, que no fue otro que financiar la fuga de 30 mil millones de dólares, fuga que “desfinancia a la Argentina y abre paso a un juego perverso que permite que se constituya un valor artificial del dólar”, algo prohibido por el Artículo VI del Acta Constitutiva del FMI, cuyo primer párrafo dispone que “ningún (Estado) miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital”.
“En el tiempo que ha transcurridoentre la firma del acuerdo original (junio 2018) y el 30 de mayo de 2019, la Argentina ha recibido del FMI US$ 39.000 millones. En ese lapso, salieron del sistema financiero US$ 23.160 millones por Formación de Activos Externos de libre disponibilidad y US$ 6.920 millones por salida de inversiones especulativas extranjeras, lo que en total representa una fuga neta de dólares que superan los 30.000 millones”, detalló.
Fernández insistió en que a su juicio “el endeudamiento y su repago siempre deben guardar una lógica correlación con el crecimiento frut






