Desplazaron a Sturzenegger, lo reemplaza Luis Caputo y Dujovne controlará Hacienda y Finanzas

El presidente le pidió ayer la renuncia a Sturzenegger luego de la disparada del dólar y nombro al ministro de Finanzas Luis Caputo en su reemplazo. El exministro tendrá que lograr la estabilidad cambiaria primero y comenzar a trabajar en el desmantelamiento de las Lebac después. Dujovne asume la conducción de la cartera de finanzas.

Mauricio Macri intentará desde hoy, con Luis Caputo al frente del Banco Central en lugar del renunciante Federico Sturzenegger, hacer renacer la confianza en el sistema financiero y en la política monetaria, algo que, en medio de la corrida de ayer, quedó en claro que se había perdido. Caputo tendrá ahora no sólo la responsabilidad de hacer renacer la credibilidad de la capacidad de acción del Gobierno, sino que llevará adelante una de las grandes apuestas del macrismo para superar la crisis: desmantelar la bola de nieve de las Lebac, que llega ya a los u$s 48.000 millones. En este sentido la decisión de retirar del Ministerio de Finanzas a Caputo tiene lógica: fue el ex JPMorgan el que diseñó y negoció ante el organismo el mecanismo de relojería para desinflar el peligroso globo financiero. 

La decisión fue tomada por Mauricio Macri ayer por la tarde, luego del cierre de los mercados y de la novedad del salto del dólar de 6,4% cerrando a $28,44. El Presidente esperaba para ayer una jornada de tranquilidad, donde las noticias políticas por la media sanción de la ley de despenalización del aborto y el inicio del Mundial coparan las tapas periodísticas. Y que en materia económica, la única noticia que diera vueltas por los mercados fueran los comentarios (positivos) de la distribución de los puntos principales del acuerdo con el FMI (ver página 4), donde, curiosamente, uno de los capítulos fundamentales, es la independencia del BCRA. Este último es uno de los conceptos que ayer ingresó en un cono de duda. El alza del dólar y llegada de datos negativos sobre el nivel de credibilidad del Gobierno (aportados por economistas privados de consulta habitual con el Presidente), precipitaron la decisión. Macri consultó la situación con su mesa primaria (Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui) y llamó luego por la tarde a los ministros Nicolás Dujovne y Luis Caputo. Comunicó allí su decisión, se resolvió que Dujovne asumiera la conducción de ambas carteras, que Santiago Bausili continúe como subsecretario de Finanzas, y que gran parte de este acuerdo pase a ser ejecutado desde el BCRA por Caputo. 

En el encuentro hubo críticas abiertas a la gestión de las últimas jornadas cambiarias, en especial a la disrupción en la aplicación del mecanismo de flotación libre pactado con el FMI. Según la interpretación que se hizo en el encuentro, el anuncio de la aplicación de u$s7.500 millones provenientes del acuerdo con el FMI en mecanismos de subastas diarias a través del Banco Nación, deberían haber alcanzado para tranquilizar a los mercados ante la inminente oferta de divisas que en menos de una semana (desde el 20 de junio) debía llegar al mercado local. Lejos de ello, ayer fue uno de los días más complicados, con un mercado convulsionado y altamente demandante de divisas . 

Recién allí se le comunicó a Sturzenegger que debía presentar su renuncia. La noticia le cayó como un verdadero "bombazo" inesperado, y fue recibida cuando el ya expresidente del Central comenzaba a diseñar la estrategia cambiaria para hoy. Una curiosidad: iba a volver la flotación sucia. Prolijo y reconociendo que es parte de un equipo, redactó un comunicado personal asumiendo las responsabilidades del caso y agradeciendo a su equipo personal y al directorio del BCRA. Macri perdió así al único gladiador económico que le quedaba desde los primeros años cuando el actual Presidente decidió dedicarse a la política. Sturzenegger había sido presidente del Banco Ciudad y diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, y uno de principales referentes y "fighters" en la campaña que llevó a Macri a la Casa Rosada. Fue elegido por el Presidente para comandar el Central con la idea de darle una impronta similar a la Fed norteamericana. La inflación fue siempre indomable para su gestión, asumiendo públicamente que se trataba de un fenómeno monetario; y no, como en realidad pensaba, fruto de las desinteligencias del Ejecutivo con ministros dispersos que ejecutaban medidas contradictorias que sólo provocaban que el alza de los precios se mantuviera indomable.

 

 

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