Main Area

Main

Internacionales

En la frontera de las dos Coreas, Trump y Kim relanzaron el diálogo por el desarme nuclear

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, sorprendieron este domingo al mundo al concretar un inesperado encuentro en la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas.



El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, sorprendieron este domingo al mundo al concretar un inesperado encuentro en la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas, descongelar la relación bilateral y relanzar las esperanzas de un acuerdo de desnuclearización de la península.

 

Por primera vez en la historia, un presidente estadounidense pisó suelo norcoreano, un gesto sorprendente de Trump que rápidamente derivó en el deshielo de la relación bilateral, paralizada desde principios de año.

 

El encuentro, que públicamente propuso el sábado Trump desde su cuenta de Twitter, se convirtió en una cumbre informal en la que una vez más fue fundamental el papel jugado por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, una figura clave en el proceso de desnuclearización de la península de Corea.

 

El encuentro comenzó con un saludo entre Kim y Trump en la zona desmilitarizada de la frontera quienes, una vez concretada la foto de rigor, se dirigieron hacia territorio del norte, generando con solo unos pasos, un hecho de magnitud histórica como lo es que un mandatario estadounidense ingrese por primera vez a uno de los últimos bastiones del comunismo en el mundo.

 

"Me alegro de verlo de nuevo. No esperaba verlo jamás en este lugar", le dijo Kim al momento de estrecharle la mano a Trump.

 

"Se trata de un momento histórico que pretende poner fin al conflicto en la península" explicó después Kim, quien agregó que el gesto de Trump fue "valiente" y demostró "su voluntad de eliminar todo el pasado de infortunio y abrir un futuro nuevo".

 

Por su parte, el presidente estadounidense destacó que "están pasando cosas muy positivas" en la península desde el acercamiento con Pyonyang que protagonizó el año pasado.

 

"Lo voy a invitar ahora mismo a la Casa Blanca" contó Trump tras encontrarse con Kim en la zona desmilitarizada e inmediatamente antes de ingresar a una reunión bilateral a puertas cerradas junto a la línea divisoria.

 

La cumbre diplomática se llevó a cabo en un edificio conocido como Freedom House (Casa de la Libertad), en la zona que separa a los dos países que técnicamente continúan en guerra y siguen sin definir su frontera.

 

La reunión duró unos 50 minutos, informó la agencia de noticias EFE.

 

"En las próximas dos o tres semanas van a empezar a trabajar los equipos" de cada país -contó Trump después- para retomar las negociaciones para desnuclearizar la península coreana, que estaban interrumpidas desde el mes de febrero, cuando en Hanoi, Vietnam, se frustraron los acuerdos sobre cómo continuar ese proceso.

 

Al frente del equipo de negociadores estadounidenses estará el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun.

No obstante, el presidente norteamericano señaló que por el momento no se van a levantar las sanciones que pesan sobre Pyongyang, aunque sí resto importancia a las recientes pruebas de misiles realizadas por Corea del Norte, que tanto preocuparon a los países vecinos y aliados de Washington.

 

La posibilidad de que ambos jefes de Estado se reunieran tomó fuerza horas antes de que Trump viajara a Corea del Sur, donde llegó el sábado para una visita oficial programada.

 

"Mientras estoy allí, si el líder Kim de Corea del Norte ve esto, ¡yo me reuniría con él en la Frontera/Zona desmilitarizada solo para estrecharle la mano y decir Hola (?)!", escribió el jefe de la Casa Blanca antes de partir hacia Seúl, al cierre de la cumbre presidencial del G20 en Japón.

 

Las primeras repercusiones del sorpresivo llegaron desde Europa, donde el papa Francisco celebró "un buen ejemplo de la cultura del encuentro".

2017 Intersab.